El coeficiente de fricción de pastillas de freno no es cuanto mayor, mejor. Aunque un coeficiente de fricción más alto significa que se puede generar una mayor fuerza de frenado bajo la misma presión, lo que hace que la respuesta del freno sea más sensible, un coeficiente de fricción excesivamente alto puede causar una serie de riesgos de seguridad y desequilibrios de rendimiento. Por ejemplo, durante el frenado de emergencia de alta velocidad, un coeficiente de fricción excesivamente alto puede hacer que las ruedas se bloqueen, el vehículo pierde instantáneamente el control de la dirección e incluso causa situaciones peligrosas, como la deriva y el deslizamiento, lo que representa una amenaza directa para conducir la seguridad. Además, un coeficiente de alta fricción a menudo se acompaña de un desgaste excesivo en el disco de freno, lo que no solo acelera la pérdida de pastillas de freno y discos de freno, sino que también puede generar ruido de frenado y polvo, lo que afecta la comodidad de conducción.
Desde la perspectiva de los escenarios de conducción reales, la selección de coeficientes de fricción debe considerar de manera integral las características del vehículo, los hábitos de manejo y el entorno de uso. Por ejemplo, si los vehículos de cercanías urbanas usan pastillas de freno con coeficientes de alta fricción, los inicios y paradas frecuentes pueden hacer que el sistema de frenos se sobrecaliente, agrava la descomposición térmica (una caída repentina en el coeficiente de fricción a altas temperaturas) y reducir la eficiencia de frenado; Mientras que en las áreas montañosas o la conducción de la pista, un aumento moderado en el coeficiente de fricción puede hacer frente a las necesidades de frenado de alta intensidad, pero es necesario garantizar la estabilidad del material a temperaturas extremas. Además, los productos inferiores pueden aumentar artificialmente el coeficiente de fricción al agregar abrasivos, pero en una emergencia, la fuerza de frenado decae rápidamente o incluso falla por completo. Este tipo de fenómeno de "etiqueta falsa" ilustra aún más la falta de fiabilidad de simplemente perseguir valores altos.
El núcleo del rendimiento de las pastillas de freno se encuentra en la estabilidad del coeficiente de fricción en lugar de la altura absoluta. Las excelentes pastillas de freno deben mantener características de fricción estables en condiciones de trabajo complejas, como alta temperatura, baja temperatura, frenado húmedo o continuo para evitar fluctuaciones en la fuerza de frenado. Por ejemplo, aunque algunas pastillas de freno de alto rendimiento tienen un coeficiente de fricción nominal medio, logran bajo ruido, bajo polvo y resistencia a alta temperatura al optimizar la fórmula del material (como la cerámica o la fórmula NAO), que es mejor que el producto con un simple coeficiente alto en experiencia integral. Por lo tanto, la elección del coeficiente de fricción debe basarse en el punto de equilibrio del diseño original del vehículo, teniendo en cuenta la eficiencia de frenado, la redundancia y la comodidad de seguridad, en lugar de buscar ciegamente la maximización numérica.